Miércoles, 01 Julio 2020 16:35
La música, una terapia para el adulto mayor en confinamiento
Escuchar e interpretar canciones mejora la salud mental de los adultos mayores y es la excusa perfecta para fortalecer vínculos familiares.
Para muchos, esta época del COVID-19 está marcada por la ansiedad y el miedo. Después de todo, es una situación que exige una gran capacidad para gestionar emociones, para apoyar el cuidado de las personas más vulnerables de las familias, los niños y los adultos mayores. Por eso, buscar actividades que todos los miembros de la familia puedan usar para cuidar de su salud mental es tan importante.
Uno de los mejores medios para hacerlo es la música. Sin importar la edad, todos los seres humanos nos encontramos atraídos por ella. Escucharla, genera una infinidad de emociones que nos puede transportar al pasado para revivir y recordar experiencias. De hecho, se puede decir que la música es una terapia para recordar.
Al respecto, la docente del programa de psicología de Areandina, Alejandra Giraldo, comenta: “La música no solo es un acto recreativo. En los últimos años, viene consolidándose como una terapia no farmacológica que, además de mejorar el estado de ánimo, previene el deterioro cognitivo en los adultos mayores. Estudios científicos han empezado a demostrar que las personas con alzheimer se benefician de la musicoterapia, ya que genera un efecto positivo en el cerebro. Los estímulos auditivos captados con la música activan el sistema límbico, un sistema cerebral conformado por estructuras que procesan emociones”.
También, menciona que estos estímulos activan las redes neuronales que hacen parte de la memorización y el razonamiento, así como redes neuronales motoras (a través del baile).
Giraldo explica que escuchar canciones de épocas anteriores puede producir las mismas emociones que experimentamos en esas vivencias pasadas. “La música potencia la recuperación de información almacenada en la memoria, mejorando los procesos de recuerdo episódico. Esto indica que el elemento que estimula la memoria autobiográfica son las emociones que surgen como resultado de escuchar dichas melodías” añade. Además, a través de la música se activan las áreas cerebrales implicadas en el procesamiento del lenguaje, haciendo que estos circuitos de neuronas tienden a estar sanos durante más tiempo en el proceso de envejecimiento. Señala que si, además de escuchar las canciones, se utiliza un instrumento musical para tocar las melodías más sonadas en épocas de antaño, la experiencia emocional será más fuerte y se estimulará la memoria al reactivar datos y eventos.
Es de esta manera que la música, además de ser una actividad recreativa, es un excelente ejercicio para subir el estado de ánimo, estimular la memoria y el lenguaje en el adulto mayor, lo cual contribuye a mantenerse activo y fomentar un envejecimiento saludable.
Para Giraldo, también es una oportunidad para compartir en familia. Pues, a medida que las personas mayores empiezan a rememorar, empiezan a compartir y contar historias que toda la familia puede empezar a conocer para fortalecer los vínculos en un momento que eso es más importante que nunca.
Para muchos, esta época del COVID-19 está marcada por la ansiedad y el miedo. Después de todo, es una situación que exige una gran capacidad para gestionar emociones, para apoyar el cuidado de las personas más vulnerables de las familias, los niños y los adultos mayores. Por eso, buscar actividades que todos los miembros de la familia puedan usar para cuidar de su salud mental es tan importante.
Uno de los mejores medios para hacerlo es la música. Sin importar la edad, todos los seres humanos nos encontramos atraídos por ella. Escucharla, genera una infinidad de emociones que nos puede transportar al pasado para revivir y recordar experiencias. De hecho, se puede decir que la música es una terapia para recordar.
Al respecto, la docente del programa de psicología de Areandina, Alejandra Giraldo, comenta: “La música no solo es un acto recreativo. En los últimos años, viene consolidándose como una terapia no farmacológica que, además de mejorar el estado de ánimo, previene el deterioro cognitivo en los adultos mayores. Estudios científicos han empezado a demostrar que las personas con alzheimer se benefician de la musicoterapia, ya que genera un efecto positivo en el cerebro. Los estímulos auditivos captados con la música activan el sistema límbico, un sistema cerebral conformado por estructuras que procesan emociones”.
También, menciona que estos estímulos activan las redes neuronales que hacen parte de la memorización y el razonamiento, así como redes neuronales motoras (a través del baile).
Giraldo explica que escuchar canciones de épocas anteriores puede producir las mismas emociones que experimentamos en esas vivencias pasadas. “La música potencia la recuperación de información almacenada en la memoria, mejorando los procesos de recuerdo episódico. Esto indica que el elemento que estimula la memoria autobiográfica son las emociones que surgen como resultado de escuchar dichas melodías” añade. Además, a través de la música se activan las áreas cerebrales implicadas en el procesamiento del lenguaje, haciendo que estos circuitos de neuronas tienden a estar sanos durante más tiempo en el proceso de envejecimiento. Señala que si, además de escuchar las canciones, se utiliza un instrumento musical para tocar las melodías más sonadas en épocas de antaño, la experiencia emocional será más fuerte y se estimulará la memoria al reactivar datos y eventos.
Es de esta manera que la música, además de ser una actividad recreativa, es un excelente ejercicio para subir el estado de ánimo, estimular la memoria y el lenguaje en el adulto mayor, lo cual contribuye a mantenerse activo y fomentar un envejecimiento saludable.
Para Giraldo, también es una oportunidad para compartir en familia. Pues, a medida que las personas mayores empiezan a rememorar, empiezan a compartir y contar historias que toda la familia puede empezar a conocer para fortalecer los vínculos en un momento que eso es más importante que nunca.